19 enero, 2016

Gran cayapa de la siembra urbana



¡Este es el paīs de las 50 mil vainas! No entiendo por qué  la gente emigra. En ninguna otra parte del mundo vivirán en un lugar  tan  bizarro como el nuestro.  Todos los días  surge un asunto que nos deja estupefactos. Debemos haber roto todos los  records Ginnes...La revolución ayuda a echar  leña al fuego: ahora en asuntos agrícolas. La terrible situación económica de postguerra que vivimos, asombrosa porque guerra no tenemos,  se va a resolver ahora con el novedoso plan: Siembra urbana. De tal  forma,  dicen, se incrementará la Revolución  Productiva puesto que es ahora después de 17 años (crónica de una debacle anunciada), que en Miraflores se vienen a dar cuenta que  estamos en emergncia económica y no producimos ni una arveja..¡Que folklóricos que somos!

La revolución que nos hambrea, se empeña en ser la màs agrarista de todas las revoluciones habidas y por haber. Se expropiaron fincas y fundos y en lo que va de mandato del Sr. Maduro han pasado por el Min.Popo.Agricultura 4 o 5 ministros. Ademàs varios personeros del gobierno han asomado indecibles proposiciones como aquella de poner a toda  la población  útil a jalar escardilla (E. Samàn, 26/01/15) y ni aún así logramos abastecernos... Por si no recuerdan, cuando el gobierno anterior, el insepulto tuvo la genial idea de despilfarrar unos cuanto millones en traer un asesor cubano (para variar), quien montó un sistema de sembradío hidropónico en los terrenos aledaños a la Ave. Bolívar. Lindas se veían las lechugas hasta que los malvivientes decidieron hacer ensaladas y los perros se mearon el resto... Pero como somos tozudos en eso de la producción  endógema, en el muy reciente enroque ministerial ( 6/01/16) a falta de burocracia y gasto fiscal, se nombran 3 nuevos ministerios. Entre  ellos un Ministerio para la Agricultura Urbana. La flamante ministra, Emma Ortega propone a los citadinos la Gran Cayapa de la Siembra Urbana. ¿En que consiste este nuevo desagizado? pues en sembrar en potes, jardineras, latas y balcones verduras y hortalizas, con el fin de paliar la escases y abaratar el consumo.

Sc dice fácil. ¡Con la boca se hace un castillo! como apunta el refrán. Hay que notar pequeños detalles que darían al traste con la propuesta de la señora ministra: Las semillas: para poner un ejemplo que pudiera venir al caso, no se  consigue ni alpiste para los pajaritos. ¿Se conseguirán otros tipos de semillas?  El abono: orgánico o químico. ¿Quién lo proverá, el propio ministerio, Agropatria? Tipo de cultivos: ¿Qué sembraremos acorde con los cambios lunares y solsticios? ¿Cualesquiera tipo de tierra sirve indiscriminadamente para cebollas, quinchoncho o tomates? Y el regadío con los cortes de agua: ¿Nos bañamos o regamos la siembra? Se me ocurre que la Cayapa de la Siembra no es tan sencilla como hacer germinadores en un frasco con  papel secante.. Sería procedente  asistir a los futuros agricultores de por lo menos un manual de instrucciones, a ver si quizá  logramos una modesta cosechita de lentejas que hace meses no se vislumbran en los mercados.

Me permito hacer una sugerencia para aquellos que decidan convertir  sus balcones en huertos: colocar un espantapájaros para que los pericos, paraulatas, guacamayas y afines que felizmente todavìa quedan en nuestro valle, no acaben con  la siembra. El muñequito aquel de uniforme verde con la boina rojita seguro cumplirá éste cometido.


Nota bene: Ya comenté que aquí no salimos de una vaina pa' entrar en otra:
La recien nombrada Ministra para la Agricultura Urbana, fue destituída con fecha 21 de los corrientes. Le diremos: " Emma la efímera".

Caracas, enero 2016

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