19 julio, 2011

Una cochinada más..



¡Novedad, novedad.. a cada cochino le llega su revolución! No basta con ser explotadora de petróleo, fabricante de línea blanca, distribuidora de alimentos y pulpería expendedora de cuanta vaina hay, ahora la casa matriz del petróleo se dedicará a las cochineras...
De hecho incursionar en todas estas áreas que nada tienen que ver con la función primordial para la que fue concebida, PDVSA, PDVAL o PUDREVAL –como sea que se llame- reconoce así lo mal que estamos en estos rubros alimentarios, que se ve en la necesidad de suplirlos -o sea sacarle la pata del barro al Minpopo de la Alimentación- para apuntalar la “soberanía alimentaria”. En perforación petrolera hay un taladro pequeño usado para el mantenimiento de los pozos llamado chivo... Deduzco que a partir de ahora, el argot se modificará de chivo a cochino para que sea más cónsono con las nuevas actividades de la industria petrolera.

A partir de unos años para acá me he fijado, leyendo las etiquetas de los productos, que en este país lo único que producimos es escases… del resto todo viene de fuera: Cuba, Argentina, China y otros. A esto se llama rumbosamente “desarrollo endógeno”, que no se ve por ninguna parte y de cotinuar así, con la baja producción de bienes, aunado a la nueva Ley de costos, lo que nos deparar el futuro es más escazes y hambruna... La actual misión a la que se aboca la revolución es a la cría de cochinos, bajo el nombre de “soberano cerdo”. Da para tanta chercha que los agudos humoristas nuestros ya se han pronunciado al respecto, y yo pongo mi granito de pimienta para sazonar la chuleta.

Como si el nombre dado al asunto fuera poco risible, se sigue utilizando terminología altisonante para captar ingenuos y dar seriedad al tema: “piedra angular del modelo”, “plan piloto”, “redes de comercialización”, “producción primaria” y mucho blablablá, y hacer ver que en este país nunca como ahora hubo mejor cochino, sabroso, bien empaquetadito y a un módico precio, como este cochino socialista que nos dará la revolución que ama a su pueblo y vela por su salud.* Supuestamente pensando en el “soberano” -no el cochino sino el populacho- se apunta a que los venezolanos nos alimentemos mejor y estemos más sanos; para ello ingeriremos más cochino y sus derivados. El problema está que entre más cochino, más chicharrones, más chinchurria, más fritangas y más grasa ingeridos se dispara el colesterol, los triglicéridos y estaremos más propensos a enfermedades cardiovasculares. Moriremos infartados y obesos… A no dudarlo, además, este es otro logro contra el Imperio; llevarle la contraria a Michelle que anda en una campaña de adelgazamiento de la población imperial.

¡Me solidarizo con los cerdos!, es justo reconocerle su gran aporte al condumio nacional; a partir de este momento se prohíben las populares expresiones: le dieron un palo cochinero, a cuenta de oreja de cochino, a cada cochino le llega su sábado, que serán tenidas como afrenta al soberano cerdo…
G. Orwell alertó de lo que sucede cuando los cerdos mandan... A partir de este momento definitorio para el país, la revolución pasa de bonita a una cochinada…



* La arepera socialista que funcionaba en Parque central, única obra "descollante" del ex-ministro Samán, quebró, por no cubrir los costos... Dijo un amigo que lo único bueno de allí era el dulce de lechosa..!!.




Caracas, julio 2011

Ilustración tomada de la web.

05 julio, 2011

Seguid el ejemplo que Caracas dio..!




En estos tiempos aciagos, tal y como vivieron nuestros precursores, es un momento acorde para la reflexión y el compromiso republicano y civilista...
Feliz fiesta patria bicentenaria..!




Ilustración tomada de la web: Firma del Acta de Independencia. Martín Tovar y Tovar