31 diciembre, 2013

Cañonazo.


Despedir la noche vieja y recibir el año en la Plaza Bolívar de Caracas, es una tradición que data de comienzos del siglo pasado, cuando hasta los Presidentes asistían al evento. Lamentablemente ésta costumbre se fue perdiendo a medida que la ciudad se  hizo cosmopolita y todos los problemas de una gran urbe nos arrinconan en casa. Otra costumbre que data de 1910 era avisar la llegada del nuevo año con un cañonazo estruendoso, que se lanzaba desde La sede de la Escuela Militar, situada en el cerro de La Planicie y retumbaba en toda la ciudad. ¡Hay un aguinaldo tradicional que recuerda éste evento! Escuchar el himno nacional en todas las radios del país el 31 de diembre a la medianoche en punto, sólo es cosa nuestra; jamás lo he visto en otras partes.

Las costumbres se modificando con el correr de los años. Actualmente se estila subir a la Urb. Valle Arriba y en su mirador, desde donde se divisa toda la ciudad, ver el espectáculo de los fuegos artficiales...El cañón que avisa la llegada del nuevo año  ya no se escucha por los ruidos de: cohetes, cohetones, triquitraquis y tumbaranchos,  que los vecinos acostumbran a usar para el evento. Amén de las alarmas de vehículos que se disparan. Hoy en día son otros cañonazos los que se escuchan desde el mismo cerro, convertido en santuario de peregrinación revolucionaria… Lamentablemente la inseguridad reinante y el caldeado clima político no nos permite fraternizar como sería deseable y abrazar a todos nuestros vecinos en esos sitios públicos. Así, la usanza de recibir el año en la plaza Bolívar –por los motivos antes señalados-  se ha sectorizado y en algunas Alcaldías capitalinas, los Alcaldes con sus familias van a la plaza de su circunscripción a  recibir el año; por ejemplo en la Plaza Francia (Altamira)... La política ha invadido abusivamente nuestras vidas; ya la idea no es confraternizar en esa fecha – antes, cada quien llevaba algo de beber, o comer y se compartía con los presentes, intercambiando abrazos y mejores deseos- ahora se hace proselitismo políticio y se presentan shows en la plaza Bolívar y en algunas otras, para hacer más atrayente la ocasión y convocar a la gente.

Lo que si mantenemos es la ruidosa bienvenida del año: el cielo capitalino se ilumina totalmente de tantos fuegos artificiales que los caraqueños lanzan y el bullicio festivo en las casas, invaden de alegría la ciudad.

http://www.youtube.com/watch?v=bB3506wLWU0

Caracas, noche vieja de 2013
Foto de sacada de la web.

03 diciembre, 2013

Hágase la luz.


Nuestra maltratada capital, todos los años, por estos días recibe un bello regalo. La cruz luminosa que es encendida en el hermoso cerro El Avila. Esta costumbre ya va para 50 años, cuando desde aquel lejano 1ro. de diciembre de 1963 la Compañía La Electricidad Caracas tuvo la genial idea de colocarla.
Al que se le ocurrió esta maravillosa ocurrencia fue a un ingeniero alemán que para ese entonces trabajaba en la compañía el Sr. Ottomar Pfersdorff que no cejo en su empeño de lograr la aprobación de la directiva de la empresa, para colocar una luz en El Avila como símbolo esperanzador.  La primera cruz se encendió desde el Hotel Humboldt, en la cumbre del cerro, iluminando a manera de cruz las ventanas del gran hotel. Luego tres años después, se elaboró la estructura metálica colocada en Los Mecedores, cercana de las antenas de VTV. Finalmente, ya para 1981 se colocó en su sitio fijo desde donde podemos admirarlas ahora: el cerro Papelón.
La cruz luminosa pasó por sus percances: en 2009, debido a la crisis eléctrica que vivió el país por la sequía del Guri, los 74 focos incandescentes de la cruz de 37 metros, fueron cambiados por bombillos ahorradores, pero el efecto logrado no fue el mismo. Actualmente la responsabilidad de mantener la cruz del Avila, es de la empresa Corpoelec.
El encendido de la cruz decembrina –nuevamente con sus focos incandescentes que nos permite verla desde cualquier parte de la capital- ya es una tradición, que cuenta con la participación de los niños de los colegios capitalinos. Su visión nos alegra la navidad y nos trae un mensaje de esperanza y ventura.
Caracas, diciembre 2013
Ilustración sacada de la Web.