16 septiembre, 2022

Una cartera intrigante.


Su Majestad Isabel II, supuestamente, pasó a mejor vida. Luego de 70 largos años de reinado, mantuvo su presencia urbi et orbi  para seguidores y adversarios a la monarquía, entre los cuales me cuento por mis ideales republicanos. En resumen, como todo mortal, Isabel II tuvo aciertos y desaciertos y logró vadear su responsabilidad  tal y como se esperaba de ella. Tanto se ha escrito al respecto que prefiero comentar un tema un tanto banal, pero a mi entender intrigante...

Merece un reconocimiento la o las personas encargadas de la imagen de su Majestad. Ella nunca desentonó: pulcra, bien arreglada y combinada, modestamente maquillada, impecable. No así otras damas que por ser de importancia y trascendencia tenían una desastrosa apariencia. Sea dicho, Doña Angela Merkel. Asumo que en los círculos gubernamentales estos asuntos son de relativa importancia, pero en la sociedad de mass media en que vivimos, no resulta así. Otras que siempre consideré elegantísimas fue a Margaret Thatcher y a Madelein Galbraith... Pero volvamos a la Doña que nos ocupa en eso de la frivolidad de la moda. Y ahora si voy a lo de la intriga que me causa la sempiterna cartera negra de Isabel. Nunca la desamparó, en actos oficiales, dentro del palacio de Buckingham, o donde ella estuviese. El susodicho adminículo aparecía. Nunca se permitió variedad al respecto: sería que al gastarse una era sustituida por otra semejante.? Y en su interior qué llevaba: cosméticos, pañuelos, chucherías, un celular ? Hasta connotaciones de un código secreto, se ha conferido a la cartera. Según el brazo donde se portara o se posara  (suelo, silla o mesa), para el protocolo significaba esto o aquello... 

Otro asunto qué me pregunto, es qué se hará con el ajuar real. Los ingleses que todo lo concerniente a su Casa Real lo tienen muy bien planificado, donarán ese vestuario, crearán un museo? Hay que verle la cara a 70 años de ropaje: vestidos de diario, trajes de actos oficiales o soire, abrigos, capas de armiño, calzado y pare usted de contar. En fin que la monarquía cuesta una bicoca a sus súbditos, pero como bien dice el refrán, "al que le guste su celeste, que le cueste." La cartera negra ha pasado a convertirse en un adminículo inseparable de su dueña, tanto así que en dibujos, caricaturas y memes (actualmente profusos dada la noticia del deceso), la cartera ha terminado por mimetizar a su poseedora.

El que sepa de misterio: dimensiones desconocidas, misiones imposibles o algo de nuestro insólito universo y logre desentrañar el misterio del contenido de la cartera negra, por favor pase dato pa que se me quite la intriga. 


Caracas, septiembre. 2022