02 julio, 2015

Adiós cachitos.






La ultima noticia, es que las panaderías venezolanas - casi todas en manos de laboriosos portugueses- no tiene harina para el pan . Corolario: seguimos con el circo revolucionario, pero sin pan. No habrán  canillas, ni pan francès, ni campesino,  ni la rica variada pastelería, pero lo más trágico; el venezolano se queda sin cachitos.

El desayuno habitual del caraqueño promedio, es dirigirse a la panadería y pedir ¡un con leche y un cachito! Digo que es costumbre caraqueña y de otras de nuestras ciudades, porque en los pueblos del interior los desayunos son caseros y harto copiosos... El mencionado alimento, consiste en un pan pequeño, relleno de jamón ricamente horneado. Si conocen el tradicional  pan de jamón navideño, el cachito es su versión pequeña y simplificada... Para las madres y estudiantes, la ausencia de cachitos constituye tambièn un problema, ya que ese condumio es la merienda de media mañana o media tarde, para los chicos en las escuelas. 

La usencia de cachitos incide directamente en la  nutrición de los chicos y chicas. Nuestra llamada "cesta básica" cada día es màs básica, por lo carente de nutrientes verdaderos (sólo contiene: carbohidratos y grasas, sin proteínas) Las generaciones que se han levantado durante este largo período revolucionario, sin duda están mucho peor alimentados que generaciones anteriores. ¿Dónde vamos con gente malnutrida y peor pensante, cuando la verdadera riqueza de un país es su población?  

Aquello que los robolucionarios dicen, sobre la IVRep. lo podemos aplicar -gracias a ellos mismos- a los cachitos: ¡no volverán!


Caracas, julio 2015

  1. Ilustración Web.

1 comentario:

Myriam Paúl Galindo dijo...


Quitarle el pan al pueblo,- en este caso, los ricos y solucionadores cachitos de jamón- es un crimen de lesa humanidad. Es matar de hambre al venezolano. ¿En qué país, por más pobre que sea llega a faltar el trigo para el pan? En la pobre, golpeada, y antes rica Venezuela. Con razón el desgobierno ya tiene en contra a la población hambrienta con un 88% de impopularidad. ¿A quién se le ocurre matar de hambre a una Nación, a un País? Pues a los ineptos del desgobierno que con brutal torpeza y terquedad siguen un modelo económico y periclitado, utilizando los adjetivos del ex Presidente, Rómulo Bethancourt.
¡EXCELENTE CRONICA, AMERICA!