12 julio, 2013

Desfile POP..





El pasado 24 de junio (aniversario de las Batalla de Carabobo, 1821) y el 5 de julio (aniversario de la firma del Acta de Independencia, 1811), como es habitual se efectuó en el Paseo de Los Próceres, el inaguantable desfile militar. En nuestro país de desgraciada tradición militarista, nunca falta oportunidad de efectuar estas demostraciones del poderío bélico... En otros países, además el pueblo verdaderamente participa en la celebración. Por ejemplo en Francia, los enfants de la patrie disfrutan de eventos callejeros sin fin: kermeses, representaciones teatrales, bailes y finalmente fuegos artificiales. Todos comparten con todos,  en el único día del año en que los franceses son verdaderamente amables.. Aquí no, aquí la cuestión es absoluta competencia de los chafarotes..
Esta vez el acto del 5 de julio –debidamente transmitido en cadena nacional por la TV- comenzó con retardo, para mayor sufrimiento de los espectadores expuestos al sol, porque el Sr. Maduro se encontraba en no sé qué otro asunto… Imagino que no estaría leyendo el Acta de Independencia, como también es usanza en la efemérides, porque en este caso se encontraría en tremendo brete al ver que sólo los delegados de 7 provincias de la Capitanía general de Venezuela, firmaron la mentada acta y que Guayana (tal como pretendió el Insepulto), no aportó su rúbrica. Sin embargo, los revolucionaros –saltándose la historia a la torera, como ya es habitual- decidieron agregar otra estrella a nuestra bandera, en señal de que los guayaneses también participaron... Espero  que al Tapamarilla, no se le ocurra modificar el sagrado texto, para dar gusto al finado.
Como ya dije, el inicio del espectáculo se retardó hasta las 7 pm. Luego del protocolo, que de paso fue modificado y el permiso se solicitó al Presidente de la A.N. y no al Comandante en Jefe, como corresponde, (Será acaso que ni los militares lo reconocen como Primer mandatario), comienza el interminable pasar y pasar de armamento… Gran despliegue de nuevos equipos bélicos: lanza misiles, lanza cohetes, unas vainas que parecían ojivas nucleares, aviones a control remoto, tanques, motos armadas, un arsenal intimidante, que causaría envidia a los Norcoreanos. Todo acompañado de vítores y gritos al Insepulto: Padre nuestro que estás en los cielos y blablablá... No faltó nadie: los del fondo chino, actuales dueños del país, pusieron su granito de arena con unas danzas amago de su tradicional ópera; dijo presente el poder comunal –bellos con sus boinas rojas, rojitas- y la milicia revolucionaria. Esta última, uniformada y armada que lo que da es pena o risa. Unos vejestorios que al primer tiro de carabina caen de culo… y ¡anda tú a saber pa´onde se fue el tiro..! Empero el acabose, fue la aparición de unas chicas en bodypainting: una tratando de imitar al Libertador, otra a Miranda, la otra supuestamente a la patria... El revuelo fue total; bien porque estuviesen en verdad pintadas al desnudo, o bien porque tuviesen una tela muy ceñida al cuerpo, se permitía ver las rellenas tetas de las “libertadoras”... Presumo que a los militares les debe haber gustado mucho el asunto –muy por el contrario a los comentarios que se publicaron a posteriori-  sin percatarse que este hecho “genuinamente revolucionario”, no es más que una asimilación de la denostada Cultura Pop imperialista, que tato dicen odiar.
Así anochecíendo, terminó el mentado desfile que permite a los militares, amedrentar a la sociedad civil con sus jugueticos y que nos señala que “ahora si tenemos patria”..!  De aquí en adelante la consiga será: Patria, socialismo y tetas..!!
Caracas, julio de 2013.
Foto tomada de la web.

1 comentario:

Myriam Paúl Galindo dijo...

Como siempre en tus crónicas, América, das en el clavo. Tu martillo mental no pela ninguno. Todos los comentarios son auténticos de toda autenticidad, parafraseando una frase conocida. No se te pasó ningún detalle de tanta cursilería junta disfrazada de patriotismo. Sinceramente no creo que exista en el mundo algo más grotesco -es posible que lo parangone- que esta mezcolanza patriotera digna del quinto mundo. Te felicito por tu agudeza. Contigo siempre se aprende. ¡Excelente crónica!

Abrazos,

Myriam