La cacería ha existido desde tiempos seculares. Se caza por subsistencia, lo que es plenamente justificable, o se caza por un mal llamado “deporte” o pasatiempo, lo que a mi entender es una total indecencia… Así ésta última modalidad supuestamente reglamentada, significa que se permite la matanza a mansalva de especímenes muchos de los cuales están corriendo en riesgo de desaparecer. Ya son varios los países africanos donde la cacería no está permitida y se ha creado, con el esfuerzo de gobiernos y ONG internacionales, cotos y reservas para la salvaguarda de los animales... Pero siempre queda por allí algún cabo suelto. En Botswana todavía se permite la práctica de esta “diversión” y se estila organizar safaris para que unos desalmados se ensañen contra pobres bestias. No termino de comprender, cómo un país permite que tal práctica sea una “atracción turística”, cuando viene gente de otras latitudes a diezmar su riqueza natural. ¿Será que tal desarrollo turístico deja pingues dividendos al país, o a sus gobernantes? Otros países africanos conscientes de la necesidad de salvaguardar sus recursos no renovables, permiten los safaris de observación que igual benefician a propios y extraños.
Todo esto viene a cuento porque quedé perpleja, por decir lo menos, al ver la foto del Rey de España con varios animales abatidos por él (búfalos y elefantes) en su más reciente expedición africana, que no la única... La foto en cuestión rápidamente dio la vuelta al mundo y apareció en todas las redes sociales (14-04-12). La página de la empresa organizadora "Ran safari", fue sacada de la web de inmediato y el escándalo español e internacional no se hizo esperar… Lo más paradójico del asunto y el revuelo se debe a que el cazador resultó cazado debido a un percance sufrido que terminó por fracturarle la cadera. No por la persistencia de Don Juan Carlos, en acabar con todos los animales de Bostwana.. Las consideraciones que vienen al caso fueron debatidas en prensa, TV y todos los medios de comunicación. Los principales partidos políticos de España (Socialistas y Popular) fueron muy comedidos en sus declaraciones, otros en cambio (digamos que los partidos minoritarios) hicieron airados reclamos a un monarca que días atrás declaraba “no poder dormir mortificado por el desempleo y la crisis por la que atraviesan los españoles”. ¡Joder..! Imagino que para calmar su “mortificación” se fue a “distraer” en un safari de 45.496 Eur. por los 14 días que cuesta el condenado tour, sin incluir toda la parafernalia que acompaña el asunto: traslado, comitiva, hotel, comidas y blablablá..
La realeza tiene una vida pública y una vida privada, e infiero que ambas deberían ser cónsonas con el ejemplo edificante que de ellos se espera como la principal familia del país. Son humanos y naturalmente pueden caer en descréditos como cualquiera de nosotros, pero sus desatinos son mucho más perjudiciales para sus súbditos, que aquellos que cometa un hijo de vecino. Hasta los momentos las críticas se han concentrado en el gasto en que incurrió el Rey, sabiendo que su pueblo está subsistiendo con recortes salariales: despidos, retrasos de pensiones, reducciones presupuestarias en educación, salud y pare usted de contar… Lo gracioso consiste en que nadie se atreve a ponerle el cascabel al gato y aplicar recortes también al presupuesto de la casa real. Si este señor tiene de sobra para hacer tales dispendios en actividades dizque recreativas sería justo y necesario aplicarle las tuercas por que la ley entra por casa.
Las críticas por la matanza de bestias no ha pasado a
mayores. Al menos en España no se habló de la conservación del medio ambiente, de
la preservación de las especies, de los elefantes que están en vías de
extinción y sólo van quedando 30.000… Hasta los momentos un solo artículo leí
publicado en el diario El país (J.Arias.
17-04-12) en el cual mediante una hermosa correspondencia, un elefante se dirige
a su majestad a manera de protesta...La bestia muerta está y muerta quedará,
pero me extraña que en estos tiempos de conservacionismo, no se alcen las voces
de los indignados, ecologistas y de
aquellos que predican contra las matanzas de toros y vaquillas (ya en Barcelona
están prohibidas las corridas), que sin duda son una salvajada empero muchos
todavía pretenden catalogar como “arte” y “cultura” (el Minitro de Educación y
Cultura dixit). Entre los pocos que tocaron el tema, pero bajo un enfoque jocoso fue Buenafuente en su programa.. Por otra parte, le
auguro al promotor de los malhadados safaris que cualquier día de esto se
encuentre ante una estampida de elefantes.
La cacería es un asesinato con premeditación, alevosía y ventaja. Hay que tener algo de sádico para ir a matar otro ser viviente por puro disfrute e inutilidad. Encima se incurre en el mal gusto de vanagloriarse de la “azaña”, retratarse con los trofeos y colgarlos en un pavoso salón de caza... ¡Su majestad, póngase a la par de estos tiempos que corren!, hay video-juegos con los cuales se puede canalizar la adrenalina sin agredir a nadie. No se le ocurra a usted mostrar las fotos de cazador a sus nietecitos, evíteles el desagrado y mal ejemplo. En compensación vean en familia el clásico de Disney “Dumbo”, que es muy tierno... Como si fuera poco, resulta que esa misma semana el nieto mayor del Rey (Froilán, que todavía es una crío), se perforó un pie de un escopetazo... ¡Qué tal irresponsabilidad de sus progenitores! No hay justificación para que un niño manipule un arma. Es qué ya desde pequeño debe ir practicando para matar. Los valores de la vida, dónde quedaron para esta gente...
La casa real española últimamente está en entredicho por asuntos de corrupción. Estos otros hechos tampoco la dejan muy bien librada… Habrá que revisar no sólo el presupuesto de la realeza para que exista un poco de equidad. Es justo y necesario un acto de contrición de Don Juan Carlos hacia sus súbditos…¡Muchas cosas han perdido el rumbo en esa real familia!
Caracas, abril 2012
3 comentarios:
Muy bien planteado y totalmente de acuerdo contigo, Grunilde.
La Gertrudis
Solo se necesita globalizar la prohibición de matar animales por afición, show, apuestas o por simple diversión. Solo eso hace falta, y a lo mejor, nuestros hijos vivirán ese sueño hecho realidad.
Hay que ajustarle cuentas a la Casa Real Española en los tiempos que vivimos, y al Jefe de Familia, más. Debieran empezar por ajustarle el presupuesto, de acuerdo a las REALES necesidades del pueblo. Halarle las orejas al abuelo que dio tan mal ejemplo a los nietos con su comportamiento hipócrita (de acuerdo a los lamentos que se citan en la crónica)sobre los animales.
¡Menos mal que el Rey presentó disculpas a sus súbditos! ...¡PERO QUEDO RAYADO!...
Buena halada de orejas, América.
Abrazos,
Myriam
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