¿Qué se requiere para ser santo ?

Una de las recientes noticias de comienzo de año que está en el tapete por prensa, radio y TV –con aparente beneplácito de los creyentes- es la de que el Papa Juan Pablo II será beatificado en un tris-tras, es decir saltándose todos los requerimientos eclesiásticos. En cambio Juana de Arco tuvo que esperar 500 años. O sea, que eso de que todos somos iguales ante Dios, no se cumple ni para los santos... En verdad me da exactamente igual que lo canonicen o no, total no pienso rezarle, pero no deja de llamarme la atención que el supuesto “reclamo de los fieles” y un único milagro que se le atribuye, sean suficiente fundamento para una beatificación.

Karol Wojtyla fue denominado el papa viajero, por las muchísimas visitas que hizo urbi et orbi. Esto le atrajo mucha simpatía y popularidad, e indudablemente supo combinar hábilmente su papel de guía espiritual y jefe de estado. Durante sus 27 años de pontificado, Juan Pablo II tuvo una influencia considerada clave para la caída de los regímenes comunistas en Europa oriental, además de sobrevivir a un atentado en 1981.
Me pregunto si siendo el Sumo Pontífice el vicario de Cristo en la tierra – y se supone que él lo fue- y además "infalible", venir a designarlo ahora santo no significaría algo así como bajarlo de rango en el escalafón… Da la impresión que en el Estado Vaticano están tomando una decisión muy política y oportuna para lavar la mala imagen por la cual está atravesando la Iglesia Católica Apostólica y Romana, con la consecuente pérdida de numerosos fieles. Según dicen a sottovoce en los corrillos vaticanos, el actual Benedicto XVI pretende apaciguar las comparaciones que suelen hacerse entre su anodino papado y el de su antecesor. También que el Opus Dei ha ejercido mucha presión al respecto para así agradecer la polémica canonización de su fundador, impuesta por Juan Pablo II y finalmente, canonizando a un carismático Papa atraer a los fieles que se ausentaron del redil.

Otro mérito que se esgrime para realzar su pontificado -el de Juan Pablo II, claro- es el de que fue un “renovador”, pero creo que este punto podría estar en cuestionamiento. En muchos sectores sociales fue criticado por su rechazo al uso del preservativo en tiempos del VIH/SIDA. Condenó las uniones civiles entre homosexuales y –hasta donde yo sepa- hizo caso omiso de las denuncias por los abusos sexuales cometidos por religiosos mientras él encabezaba la Iglesia. Por supuesto también le tocó su parte a la ciencia y se opuso a la utilización de células madre... Como si fuera poco, con el apoyo del entonces cardenal y actual Papa Joseph Ratzinger, que ocupaba el cargo de Prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe (remanente de la Santa y universal Inquisición), la enfilaron contra la llamada teología de la liberación; una corriente revolucionaria dentro de la iglesia (¡No hay peor astilla que la del mismo palo!), practicada por unos curitas latinoamericanos que siguen las enseñanzas evangélicas, según el entender de los primeros cristianos...Y qué decir de desmontar toda la labor progresista de Juan XXX. En resumen, que de aggiornamento nada.

Así las cosas, para el 1 de mayo de 2014 está pautada la solemne festividad. A partir de tal momento, podrá usted colocar la imagen del nuevo santo en el altarcito casero. No olvide quitar los santos viejos; recuerde que cuando hay santo nuevo los viejos no hacen milagros... Préndale su velita y pídale, que siendo Papa-Santo seguro tiene vara alta con Dios. Pídale, pero pida en grande, pida muchote y no sólo para usted, tenga en cuenta que en este mundo hay mucho entuerto que enderezar. ¡AMEN !

Caracas, enero 2011
Imágen sacada de la Web.