10 julio, 2010

Las barraganas




Mujeres, algunas notorias otras en el anonimato, en calidad de amantes, queridas o barraganas siempre han existido. Unas con valor propio, dan relevancia al amante escogido. Otras lo adquieren a través del hombre con el cual conviven. Los amores prohibidos son muy atractivos desde siempre. Tienen el morbo de lo pasional y oculto.

Hoy es noticia la “entronización” de Doña Manuela Saenz en nuestro panteón nacional, donde unos entran y otros salen a gusto del mandatario único.. Desde Paita donde murió de difteria la quiteña, trajeron una cajita con tierra para colocarla con todos los honores en “el sagrado recinto de la patria”, en conmemoración de las festividades independentistas del 5 de julio. Tal como era de esperarse, el acto fué cursi, carnavalesco y seguramente costoso; más lo relevante y de contenido revolucionario, es endiosar todo aquello que haya tenido que ver con el Libertador… Los méritos de la coronela -que algunos tuvo- no fueron propios. Su “grandeza” tiene que ver más con las circunstancias del personaje al que estuvo unida: amante de Bolívar. El marido agraviado Dr. Thorne, debió sentirse orgulloso por ser el portador de los primeros cachos bolivarianos.
En eso de tener amante o concubina no importó que la susodicha fuese plebeya, casada o si viuda, mejor. En cambio al momento del casoriom castidad y linaje son prioritarios. Tanto Bolívar como el Mariscal Sucre, tuvieron estos resabios oligárquicos.. El primero se fue a buscar una niña bien -de casta y dinero- a Madrid. El segundo pico más alto y se casó con una marquesa quiteña (¡coño, estas guiteñas son una amenaza..!)... En cuanto a concubinato e hijos ilegítimos el Mariscal aventajaba a su superior. En lo que atañe a Antonio José y sus amancebamientos en Bolivia y Perú, a nadie se le ha ocurrido considerar a sus damas heroínas, lo que me parece una mezquindad…¡Mire usted que dieron sus servicios nada despreciables!.. Quizá se considere para una próxima conmemoración patria.

Repasemos -salvando las distancias- la figuración de algunas barraganas notables, que se me vienen a la memoria: Aurore Dupin baronesa Dudevant, alias Georges Sand, tuvo varios amantes entre ellos el poeta Alfred de Musset y el pianista Frederic Chopin. Ella era una eximia escritora con o sin ellos. Aurore dio mayor figuración a ellos. La fotógrafa Tina Modotti, la amante de Edwars Weston, brillaba con luz propia por sus trabajos fotográficos. Todos sabemos el cuento de los pintores mexicanos Frida y Diego, hasta que terminaron casados, divorciados y vueltos a casar. En el ínterin Frida fue amante de Trotsky. La actriz Katharine Hepburn fue toda su vida la querida de otro excelente actor Spencer Tracy, pero ella ganó varios Oscars más que él.

Hay otras barraganas de triste memoria y figuración, cuyo único mérito ha sido ser las opacas concubinas presidenciales o de dictadores… Tal caso de Clara Petacci, la amante de Mussolini y de Eva Braum, la de Hitler. Ambas muchachas corrieron la misma suerte de sus hombres. O sea: te comes las verdes si te comes las maduras…

En Venezuela el barraganato ha sido una institución oficializada. Si las barraganas entraron a Miraflores, por qué extrañarnos si entran al panteón... El general Gómez no se casó nunca. Tuvo dos concubinas oficiales, con numerosa prole legitimada en ambas familias. Y quién no recuerda a aquella que tenía sus gastos cubridos y le daba por vestir traje de campaña… Como excepción a la regla, el presidente Joaquín Crespo siempre fue fiel a Misia Jacinta y constituyeron una pareja ejemplar; tal como el presidente Leoni y Doña Menca.

En estos tiempos que corren no podemos darnos de moralistas, ni es nuestra intención juzgar a nadie, mucho menos denigrar de los muertos: cada quién hace de su camisa un sallo... Hay amores que por circunstancias o por voluntad se legalizan y otros no. Sin recriminar un reconocimiento a Manuelita por sus servicios a la Independencia, me parece desmedido y discutible el alcance que se pretende: ejemplo y modelo de comportamiento revolucionario.

Lo que pasa es que siempre nos ha gustado enfocar nuestra historia a lo mitología griega. Mala costumbre nuestra: desmesura e hiper-valoración de los hechos. Endiosamiento de los héroes. Creación de nuestro propio olympo a conveniencia del momento y estos de revoluciones son hiperbólicos. Si no lo tenemos, lo importamos. Si no son las cenizas, manquesea la tierrita y anda tú a saber si se ajusta a la verdad… ¡Qué gusto necrofilico tiene esta gente! La pobrecita Manuela, arruinada y enferma, ya cadáver fue a dar a una fosa común -a cal viva- con un montón de apestados.. ¡Ay, que fea y triste historia! Mejor edulcorarla: al panteón y a contar otro cuento… Colorín, colorao..

Caracas, julio 2010
Ilustración: J.A. Casas

1 comentario:

Nicolás Soto dijo...

América:
Manuelita fue algo más que una barragana o una manceba.
Su dedicación a la causa independentista y su entrega total al Libertador forjaron sus blasones.
Un homenaje pueril y rastacuero no resulta suficiente para ensalzar su figura. Pero, concédamosle a este régimen pródigo en piratería el placet de avivar la llama entre quienes deseen ahondar más en la biografía apasionante de la quiteña.
Ojalá ello sea acicate para que consulten las obras de Alfonso Rumazo González y Denzil Romero, por ejemplo,y hasta para que le echen una ojeada al film de Diego Rísquez.
Lo que no se merecen los restos simbólicos de la Libertadora del Libertador es descansar en el Panteón al lado de los despojos del "Agachao" y del mono lúbrico Cipriano Castro.
Nota: me gustó eso de los cachos bolivarianos del Dr. Thorne. ¡Qué mala espina!

The Nickman