De visita en La Florida para atender festejos familiares, tuvimos la maravillosa oportunidad de reencontrarnos con la familia y recorrer preciosos sitios, lujosos hoteles y ricas playas. Se presenta la oportunidad de atender la invitación de un antíguo amigo de mis hijos que vive en Los Cayos, especificamente en cayo Marathon. Entusiasmados rodamos 4 horas desde Orlando para visitarlo. El cómodo recorrido en carro, por estupendas autopistas e imponentes puentes sobre el mar que unen los cayos, nos permitió llegar al lugar indicado. Muchas cadenas internacionales de hoteles y Resort, se ven de lado y lado de la vìa. Condominios con jardines muy bien cuidados, casas con marinas y yates lujosísimos. El paisaje vegetal es abundante y variado, con plantas tropicales por doquier. Estando allí, luego de la visita amistosa y una tarde de paseo en yate de pesca, con parrillada incluída, decidimos dirigirnos al día siguiente al lugar más al sur de los EE.UU: Key West. Nuestro objetivo, visitar la casa del escritor Ernest Hemingway.
Key west es un pueblo lindo y cuidado. Como todos los de la zona con marinas: atracaderos, yates, lanchas, pescadores y muchos lujosos hoteles. Es habitual el alquiler de habitaciones en las casas privadas. Duval, la calle principal, es larguísima llena de locales comerciales: pintorescos restaurantes, bares, cafeterías y muchos turistas de todas partes del mundo, traídos por enormes cruceros. Destaca la caracteristica arquitectura sureña que ha sido bien conservada.
El terreno de la Casa Museo Hemingway ocupa casi media manzana, rodeado por una pared de ladrillos rojos mandada a construir por él cuando adquirió la casa en 1931. Un impresionante bosque tropical rodea la casa de dos plantas que data de 1851. Fue la primera propiedad del escritor, donde habitó con su tercera esposa Pauline Pffifer hasta 1940. Cuando se divorciaron él se mudó a Cuba por 20 años; allí escribió "El viejo y el mar" (1951). Ella conservó el lugar hasta su muerte ese mismo año. La casa -muy bien mantenida- tiene los clásicos pasillos exteriores techados en ambas plantas. En la de abajo están los salones, comedor y cocina. En la superior, habitaciones y baños. Allí reposan todos los utensilios diarios: vajillas, cuadros, mobiliarios y recuerdos familiares. Las muchas máquinas de escribir de Hemingway y profusión de fotos de familia, amigos y cacería a la cual era aficionado el escritor; además afiches enmarcados de sus obras llevadas al cine. Cantidad de mapas, recortes de prensa y fotos de cuando Hemingway fue corresponsal de guerra (primera guerra mundial, servicio en la Cruz Roja con el ejercito italiano y guerra civil española). De estas experiencias vienen: "Adios a las armas" (1929) y "Por quièn doblan las campanas" (1940). En la planta superior está el dormitorio principal y otras habitaciones más pequeñas, con vitrinas llenas de manuscritos, ediciones de sus obras, diplomas, reconocimientos y más máquinas de escribir de la época. En el estrecho pasillo al lado de la escalera, una vitrina con los libros personales que Hemingway leía.
Detrás de la casa principal atravesando el jardín, hay una casita más pequeña también de dos plantas: en la de arriba en un solo espacio, el estudio del novelista donde se aislaba para crear sus magníficas obras... La planta baja del estudio, fue convertida en tienda de souvenirs, lavabos, etc. A un lado de la casa está la gran piscina. Como algo muy particular un cementerio de gatos, con nombres y fechas de los que allí descansan. Los Hemingway vivìan rodeados de gatos, con la especial caracterìstica que éstos tienen 6 dedos en las patas delanteras (Polidáctilos). Los primeros gatos llegaron en los barcos pesqueros provenientes de Bostón en los años 20. Al lado de la piscina, en el majestuoso bosque lleno de caminerìas, Hemingway construyó una fuente para que sus gatos siempre tuvieran agua fresca; adoraba a estos animales: "El gato bajo la lluvia" se titula uno de sus cuentos. Todavìa hay muchos de ellos, descendientes de los originales, que deambulan por donde quiera. En 1946 Heminghway se casó con Mary Welsh. En 1960 se mudaron de Cuba a USA (Idaho). Un año después, el cazador terminó todo de un escopetazo.
Para terminar el día, recorrimos el poblado bajo un calor abrasador, llegamos hasta el final de la vía, es decir la punta del cayo desde donde se divisa la isla de Cuba que sólo queda a 90 millas, según señala un monumento. Bello viaje atesorado por la compañìa familiar y la interesante visita.
Orlando, octubre 2015
Fotos de la Web.
3 comentarios:
Magnífica crónica de un viaje que se convierte en literario con tus palabras. He sentido la presencia de Hemingway mientras te leía, lo he visto pasear por su jardín tropical, entrar a su estudio, acariciar a un par de gatos… Gracias por contarlo, América.
Un saludo afectuoso.
No había leído esta magnífica crónica que publicaste a finales del año pasado sobre tu viaje y visita a la casa de Hemingway en Key West, Florida. Enriquecedora su lectura por los detalles que das de la vida del escritor, su obra y su amor a los gatos. No conocía las características tan particulares de sus animalitos"Polidáctilos", como señalas. Interesante y hermoso viaje en compañía de tu bella familia.
Muchos abrazos,
Myriam
Hola amiga, me encantò esta crònica, sabrosa de leer, para mì llena de recuerdo estuve hace ya muchos años en la casa de Hemingway es igual a como la reseñas hasta las tumbas de los gatos a un costado de la piscina, y por ultimo divisar la Isla de Cuba tan cerca pero tan lejos, cuantos cubanos se han ahogado en esas escasas millas buscando la ansiada libertad. Gracias.
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