No tiene la culpa el ciego, sino quien le da el garrote. (Refrán venezolano)
Trataré este tema desde mi enfoque de paciente, porque de medicina sólo conozco mis achaques y eso porque me lo informa mi sobrino –un excelente médico internista, valga la cuña- cuando algo me aqueja…
Entrando en materia, resulta que en el país tenemos una invasión de médicos cubanos, que tienen en sus manos el desarrollo y la responsabilidad de adelantar un programa que denomina “Medicina integral comunitaria” (recordemos que comunitario, viene de comunismo). Hasta donde alcanzan mis conocimientos la medicina -en función del paciente- es preferiblemente individual, porque si el diagnostico pudiera ser semejante, el tratamiento quizá no, porque lo que sana a uno no necesariamente sana a otro. Es decir, que si yo sufriere de cálculos biliares, mi comunidad no tiene por qué tenerlos. De partida el enfoque es una falsedad. Si lo que se trata es de curar esos males endémicos que nos aquejan y que por lo visto hoy menos que nunca no están erradicados, que se ponga en manos de médicos sanitarias del Minpopo de la Salud –si los tienen- el desarrollo de un plan sanitario. ¿O es que cuando el Dr. Gabaldón las vainas no funcionaron y se erradico el paludismo, ah? Pero vamos a lo interesante.
En declaraciones de personas duchas en el asunto, los médicos comunitarios no están suficientemente preparados para ejercer tal responsabilidad.* Los defensores de este programa aducen que es una medicina preventiva y no curativa; que los médicos venezolanos desconocen de qué se trata (¿?) y por ello es menester poner la salud del pueblo venezolano en manos de cubanos, qué tal … ¿Y quién ha dicho que nuestros galenos bien graduados –quemándose las pestañas por 7 años (básicos, incluyendo los dos de pasantía) y otra pila de años haciendo post-grados)- no pueden hacer medicina preventiva? Los M.C. recetan: aspirinas, ungüentos, placebos y esas menudencias, que igualmente puede hacer cualquier médico rural criollo y aún logra llegar más allá, operando, suturando, parteando y pare usted de contar... Para no desmerecer, los consultorios de “medicina primaria” están dotados de equipos (a esos sí los dotan), y los mentados M.C. supongo saben usarlos -como haría cualquier técnico- pero el meollo está en que no saben interpretar las imágenes y son incapaces de realizar un diagnostico. ¿Vaya tú, qué vé ahí?... Mira mi sangre, no puedo decí que pasa contigo... ¡Mejó te vá onde un médico pa´que te diga..!
Recordarán que cuando Mao en la china roja rojita, hubo una tal “revolución cultural” y entre los puntos que la mentada revolución abordó estuvo la medicina. Así, miles de chinitos fueron preparados en la práctica milenaria de la acupuntura y el manejo de la yerbas. Fueron enviados a las aldeas más remotas del extenso país, para atender los requerimientos en lugares donde no llegaba ni la luz. Creo que aquí desean hacer lo mismo, lo que sucede es que nuestros “abnegados hermanos cubanos”, ni de vainas se pueden ir al interior (si acaso, están “ejerciendo” en las ciudades), sencillamente porque no los dejan alejarse mucho, no sea que piquen los cabos. Casos se han dado…
Recordarán que cuando Mao en la china roja rojita, hubo una tal “revolución cultural” y entre los puntos que la mentada revolución abordó estuvo la medicina. Así, miles de chinitos fueron preparados en la práctica milenaria de la acupuntura y el manejo de la yerbas. Fueron enviados a las aldeas más remotas del extenso país, para atender los requerimientos en lugares donde no llegaba ni la luz. Creo que aquí desean hacer lo mismo, lo que sucede es que nuestros “abnegados hermanos cubanos”, ni de vainas se pueden ir al interior (si acaso, están “ejerciendo” en las ciudades), sencillamente porque no los dejan alejarse mucho, no sea que piquen los cabos. Casos se han dado…
Por otra parte, como “el proceso” está ocupado en adelantar estos programas de “salucita integral revolucionaria”, nuestros hospitales donde tradicionalmente se da atención pública; ergo el Hospital Vargas (que además era una estupenda escuela de medicina), se están cayendo a pedazos, amén de no tener insumos. Los médicos, enfermeras y técnicos de dichos centros asistenciales protestan: escriben, manifiestan y finalmente hartos de no poder ejercer su profesión debidamente, renuncian o se largan de país. Recientemente el Dr. Muci-Mendoza (neuro-oftalmólogo), renunció a su cargo tras largos años años de servicio y enseñanza en la escuela Vargas, entre otras cosas por no avalar estudiantes del programa de medicina comunitaria, pues los considera incapacitados para ejercer y además engañados.
Agradezco a Higea, Esculapio, Hipócrates y todas esos griegos de la medicina, por haberme deparado un equipo de excelente galenos venezolanos, gracias a los cuales he llegado hasta aquí bastante sana... Y en verdad os digo, que en caso de faltarme estas eminencias, prefiero acudir a José Gregorio y prenderle su velita, que ponerme en manos de esos irresponsable que están jugando con la vida de nuestro pueblo.
*http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/03/110318_venezuela_salud_medicina_integral_comunitaria_jp.shtml
Caracas, marzo 2011
Ilustración tomada de la web.
*http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/03/110318_venezuela_salud_medicina_integral_comunitaria_jp.shtml
Caracas, marzo 2011
Ilustración tomada de la web.
2 comentarios:
Pero claro Maja, que clase de formación profesional es esa...
La Gertrudis
Cierto todo. Una señora que conozco llevó a su hijo con una convulsión a Barrio Adentro. El pseudo médico le recetó unicamente Dayamineral, un polivitamínico. Un médico venezolano, neurólogo, pidió examinarlo y está en tratamiento con él.¿Quién el es Médico? José Gregorio te agradecerá tu confianza en él. Excelente crónica. Abrazos, Myriam
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