03 noviembre, 2010

Cantinfladas




Ya es habitual para nosotros –tenemos 11 años escuchando- la andanada de declaraciones y comentarios cantinflescos -imitando al cómico mexicano ya fallecido, Mario Moreno- que sale por la boca de los personeros gubernamentales. Especialmente en el programa dominical se escucha pontificar sobre lo humano y lo divino sin orden ni concierto... Se ventila al voleo, argumentos tan disímiles y espinosos como las relaciones internacionales: la ruta de la empanada, la bucólica niñez del amadolider, se despotrica e insulta a cualesquiera personajes, se transfieren las culpas al Imperio, se esgrime un crucifijo, se hacen chistes malos, se adjudican condenas carcelarias, se demoniza contra la oposición, se canta y cachichen..cachichen…

Además la pena ajena nacional pasa a mayores, cuando gracias a la era de la información, en foros, actos entrevistas y videos, se difunde urbi et orbi las mismas galimatías, luego refritas y retransmitidas por los canales oficialistas, para el consumo interno, como “todo un ac¡erto” revolucionario. Hasta con Hollywood hemos topado, gracias al nuevo jefe de propaganda del régimen, mister Oliver Stone. ¡Aunque que usted no lo crea!

Claro que reímos con todo este sainete, pero luego de la chercha –en la cual la mayoría desgraciadamente caemos- puestos a reflexionar nos damos cuenta lo necesario que es contrarrestar la estulticia revolucionaria, con la que nos bombardean inmisericordemente por prensa, radio y TV encadenada... En resumen: instaurar el absurdo como política de estado. Lo más grave de esta insania, es que penetra en el subconsciente colectivo.

Por fortuna todavía queda alguien que ha entiende el asunto mejor que yo y da una voz de alerta. El escritor Alberto Barrera en su Manifiesto (El Nacional, 27/6/10) lanzó un llamamiento a la sensatez: “¡Un poquito de cordura, carajo!”... y añade: “Desde hace tiempo, Venezuela dejó de ser país para convertirse en un absurdo con petróleo.” (sic) Por lo tanto, convoca a la gente más o menos cuerda que aún quedamos (o al menos la gente que advertimos el peligro), para recobrar el sentido común, que por lo visto no es el más común de los sentidos.

Según la propuesta, no se trata de política. No se trata de estar a favor o en contra de una u otra tendencia. Simplemente se trata de la salud mental de la sociedad en la cual vivimos. Se trata de salvaguardar algo de raciocinio. Ya basta de manipular al país esgrimiendo las más descabelladas argumentaciones.. Ya basta de distraernos con planes faraónicos e irrealizables, elucubrados cada vez que el comandantepresidente visita algún otro país y nos trae una "ocurrencia" : dizque una central de energía atómica, dizque un criadero de esturiones, dizque caviar para rellenar las tostadas..…y blablabla. Como aquí siempre estamos inventando el "agua tibia",el comandantepresidente jura y perjura que eso del caviar por estos lares es una gran novedad que sólo se ocurre a su preclara mente; pues resulta que los Uruguayos hace tiempo se nos adelantaron y ya hasta exportan el producto.. asi que: . ¡Ya basta, paren esto que me quiero bajar.!

¡Hay que lanzar un cable a tierra para evitar que el país se convierta en un manicomio...!


Caracas, octubre 2010
Ilustración tomada de la Web.

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