19 febrero, 2010

Un tigre en la cama



A raíz del malhadado suceso acaecido al golfista “Tiger” Woods , me he puesto a cavilar sobre este asunto de la libido y sus consecuencias; como en el caso del campeón golfista, que ha sido acosado y vilipendiado –hasta la saciedad- por los medios, por pretender ser lo que indica su apodo: un tigre en la cama...

Diré para comenzar qué desde cuándo se inventó eso de que el humano sea “adicto al sexo” visto como una enfermedad y supuesta a tratamiento. Gracias a esa dizque adicción el ser humano logra reproducirse y perpetuar la especie... o sea, que desde que el mundo es mundo, los humanos estamos en eso de conocernos a la manera bíblica. Por otra parte, me parece un soberano abuso que sea de pública discusión si uno se acuesta una o varias veces, con quien quiera y como quiera. A mi entender eso debe quedar en el área privada y entre las respectivas parejas (si las hay), aunque me digan que las luminarias y famosos, no tienen privacidad.

Don Segismundo Freud, nos enseñó que la llamada libido tiene que ver fundamentalmente con la energía vital de la persona; habló de su sublimación, sus compulsiones y del rango permanente que en nuestra conducta y relaciones tiene. Podemos tener libido alta, mediana o baja. Sabemos, por ejemplo, que hay neuroquímicos que aumentan o disminuyen la libido. Pero La libido tiene que ver con la creatividad, el eros (la vida) y por ende el deseo de vivir. La ..gente con baja libido no produce nada, no tiene motivaciones, rondan el tánatos (la muerte). Tengo entendido que precisamente la enfermedad es tener la libido por el piso. Contrariamente la gente con una alta libido, como por ejemplo: Maupassant que casi con una mano escribía y con la otra se masturbaba, Picasso que era un misógino que se servía de las mujeres para saciar su lujuria, Chaplin encantado por las “lolitas” y John Lenon y su Yoko que no salían de la cama, son claros ejemplos de lo que estoy señalando. Casanova, el non-plus-ultra del amante, es el paradigma de todos los machos... A lo que me refiero es que el supuesto “exceso” sexual, no les secó el cerebro y muy por el contrario todos ellos fueron grandes creadores. Nunca se nos ocurrió aplicarle la moralina protestante a ninguna de estas celebridades, ni internarlas en terapia anti-adictiva.
Ahora en estos tiempos de doble moral, hay que pasarle factura a esos seres que hacen lo que todos nosotros –reprimidos sexuales- deseamos hacer y no nos atrevemos o podemos: ¡fornicar sin inhibiciones!, cuantas veces nos plazca y con quien nos dé la gana (de mutuo acuerdo), sin por ello ser tachados de anormales, ni tener que darnos contritos golpes de pecho...

Na´que ahora se prohíbe y está muy mal visto aquello que pregonaban los hippies: ¡haz el amor y no la guerra..!


Caracas, febrero 2010
Ilustración tomada de la web.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy bien Maja..! estoy totalmente de acuerdo contigo. Me parece el colmo el acoso mediático que le han aplicado a Tiger Woods, como antes a otras celebridades, sólo porque le gusta coger. Pero ¿a qué hombre no le gusta? y otra pregunta ¿existen hombres monógamos? yo estoy segura de que no, llevan la poligamia en los genes porque ellos son quienes se han encargado de regar la simiente desde la época de las cavernas y lo seguirán haciendo por los siglos de los siglos amén. Y los problemas que le causen sus instintos poligámicos, cada hombre debe solucionarlos con su pareja, no con el resto del mundo. Lo que pasa es que Tiger vive en una sociedad puritana. Por muy avanzada y muy Primer Mundo que sea USA, no hay que olvidar sus orígenes que le pesan mucho.

La Gertrudis