Para aquellos que son de otros lares, una breve explicación de lo que es una totuma. Esta proviene del fruto de un arbusto llamado Tapara o Taparo (Crescentia cujete). Después que al fruto se le saca la pulpa, la dura cáscara restante se pone a secar. Se quema y se obtiene la totuma, que consiste en un cuenco (puede ser de varios tamaños), liviano y resistente de uso común por parte de nuestros indígenas: bien como recipiente para comida, para servir (cuando la tapara es pequeña funge de cucharón) o para trasegar el agua y bañarse. También se hacen maracas, que son utilizadas por los indios en sus rituales; por otra parte los artesanos decoran las taparas bellamente.
De ahora en adelante, en los albores del tecnológico siglo XXI, en Venezuela será de uso obligatorio usar la tapara para el baño, gracias a la “sabia” recomendación del amado lider. ¡Bañarse bien enjabonao y con suficiente agua, son resabios higiénicos imperialistas! Nosotros a lo autóctono: la totuma. Francamente consideo que no hay nada mas reconfortante y revitalizador que un buen duchaso de agua fría al levantarse; empero ahora darse el proverbial baño de loco matutino será considerado un lujo oligárquico y contrarevolucionario.
Pues así es. El máximo jefe revolucionario, exhorta al ”soberano” racionar luz y agua. ¿Y por qué? sencillamente porque no salimos de un apagón y de un escasez de agua. Lo más fácil para el “proceso” es transferir el daño a los usuarios de los servicios. Por supuesto, según el caudillo los principales causantes de la ausencia de agua son las piscinas de los escuálidos oligarcas, el mantenimiento del césped de los campos de golf y pare usted de achacar males ajenos. Pero la culpabilizadora perorata presidencial no se quedó allí: también alcanzó a los centros comerciales que consumen mucha energía: luz y aire acondicionado y al alumbrado público, donde lo hay.
La cuestión no es tan sencilla ni ha de solventarse así de fácil, con un baño de totuma de dos minutos (cronometrados por el mandatario). Los jerarcas de la revolución, en vez de abocarse a mantener y ampliar el sistema eléctrico nacional: centrales hidroeléctricas, alternadores, cableados, estaciones, etc., en los diez años que va de revolución se ocupan de hacer proselitismo político –especialmente en el exterior- y olvidan atender los asuntos internos básicos y prioritarios: electricidad, acueductos, salud, seguridad, vialidad, entre otras menudencias. La alharaca de la Misión Revolución Energética -anunciada en el 2006- consistió en el reparto de bombillos de bajo consumo -por parte de un ejercito de "voluntarios cubanos": ¡Vaya mi sangre, venimos pa´traete la luz revolucionaria!- y ¡ Zuas..! hasta ahí llegó. En la capital hay apagones frecuentes y en el interior del país hay racionamiento eléctrico por horas. Cómo será de grave la cuestión, que en la Siderúrgica del Orinoco (SIDOR), una de las más importantes industrias básicas del país –nuevamente en manos del ineficiente estado- los hornos funcionan por turnos; algo nunca visto en lo que va de servicio en la planta.* De pasadita, le agregaron de coletilla el nombre de Alfredo Maneiro, (yo que lo conocí dudo mucho que estuviese avalando este proceso…) como si con cambiar nombres y poner consignas a todo se aligeraran los asuntos; mala costumbre de vieja data en Venezuela. No sé por qué me da la impresión que esta hiperbólica Revolución bolivariana se está pareciendo mucho a la Restauradora de Don Cipriano.
Esto de la falta de mantenimiento se ha extendido hasta la industria petrolera; ya son varios los incendios que se han presentado en los pozos petroleros y desperfectos en la petroquímica, pero estas noticias son bien filtradas por el gobierno revolucionario, para que no lleguen a la mayoría. Hasta el sindicato que agrupa a los trabajadores de la electricidad, hace meses dio la alarma de lo que podría sobrevenir si no se atendían los requerimientos de infraestructura del sector... Por lo pronto el ejecutivo ha creado un nuevo ministerio –más ineficiencia burocrática- para atender lo concerniente a energía eléctrica. El señor Vice-presidente de la república salió premiado y será a la vez el Ministro de esta nueva cartera tan compleja, o sea: ¡El que asa dos conejos…!
Si usted es gente pensante y vive con los pies sobre este planeta, estará acorde con que hay que usar adecuadamente los recursos -renovables y especialmente los no renovables- para que duren, alcance para todos y evitemos el catastrófico recalentamiento global, pero de allí a que el asunto se resuelva con el baño de totuma hay un gran trecho. Que no se nos pase esta otra recomendación: aprovisiónese de velas y desempolve sus mejores galas: ¡Volverán las cenas románticas a la luz del candelabro!
En definitivas y como decimos aquí, esto es el infierno venezolano:
Si hay agua, no hay luz, ni gas. Si hay luz, no hay gas, ni agua…y así ad infinitum.
*El directivo laboral suplente de la Siderúrgica del Orinoco Alfredo Maneiro (Sidor), José Jiménez, informó que con la intención de ahorrar energía desde la pasada semana en la acería se apagan siete hornos cinco horas al día. La medida de "contingencia" sólo afecta a las áreas de planchones y palanquillas, desde las 6 de la tarde hasta las 11 de la noche de cada jornada de trabajo. Según Jiménez, la intención es "desahogar" el sistema, por lo que se apagarán cuatro hornos de las áreas de fusión y tres de la sesión de metalurgia. (El Universal, 21-10-09)
Caracas, octubre 2009
1 comentario:
Ilustrativo e instructivo...
Julieta
Publicar un comentario