Edgar Degas, fue un pintor y escultor francés de la escuela impresionista que frecuentemente se ambientaba en los salones de la Ópera de París. Otro impresionista Toulouse-Lautrec, acudía a el cabaret Molino Rojo para hacer sus cuadros. Hoy voy a dedicarle una anécdota a una de las esculturas más famosas de Monsieur Degas: "La pequeña bailarina."
Cuando esta obra fue presentada en la Exposición impresionista de 1891, el público y los críticos la despedazaron y hasta la tildaron de "una mona con tutú". La originalidad de esta obra, es que está hecha en cera y el traje es de auténtica tela. La modelo se llamaba Marie van Goethem, una chica de clase humilde, que como tantas otras ingresaban a la Ópera de París para salir de la pobreza; bien llegando a bailarinas profesionales, bien como amantes de ricos caballeros que frecuentaban el lugar. Así las cosas la pequeña escultura sobrevivió y hoy se encuentra en las más prestigiosas galerías y museos del mundo, sobrevalorada a otras esculturas del mismo autor. Y aquí viene lo anecdótico...
Cuando tuve oportunidad de visitar varios museos, comenzando por el Jeu de Paume en París, creo que por allá en 1970, se presentó la oportunidad de descubrirla. Luego de varios años acudí a la National Gallery en Washington. Allí la encontré nuevamente. Supuse que esa obra la trasladaban a varias partes. Terminó por desinteresarse. Después, nos volvimos a encontrar en el Louvre. Recientemente en el D' Orsay (mi museo preferido) y allí si me dije, ¡Esto no puede ser! Yo envejezco y esta catorceañera de aquí para allá, siempre igualita. Acicateada por la curiosidad me puse a averiguar. Resulta que los herederos de Degas, se dedicaron a sacar copias y vender como genuina, las réplicas de la connotada bailarinita (supongo que tendrán los derechos legales) Así ella se luce en cuanta galería y/o museo exista. Está en el MET de New York, el Musée de Beaux Arts de Canadá, y los anteriores museos ya citados. No me extrañaría que faltara alguno en esta lista. Aparte de haber resuelto mi intriga, ahora me queda una duda sobre la autenticidad de un trabajo artístico y la honestidad de exhibirlo, bien sea como genuino, o como reproducción. Personalmente considero abusivo lo que han hecho con "La Pequeña bailarina." Lo consideraría igual, si los herederos de Picasso se dedicaran a reproducir de forma industrial "La cabra" (Museo Picasso. París) El arte masificado actualmente permite producir obras en serie. Por ejemplo las serigrafías. Tengo entendido, que del taller de Carlos Cruz-Diez (en manos de sus herederos), aún salen obras del autor. Cabe la pregunta: Hasta qué puntos son de él?
Vosotros qué opináis?
Caracas, mayo. 2025
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