Podría ser una crónica hípica, pero no lo es. Esto sólo es un escrito sencillo sobre caballos, ya que en estos días los
temas equinos han figurado, en películas y series de TV.
A los
caballos los admiro por ser unos nobles y bellos animales. Los pocos hipódromos
que conozco los he visitado en plan turístico: Palermo (Argentina) , Santa
Anita (USA) y La Rinconada
(Venezuela), cuando recién lo inauguraron. Del resto, jamás he tenido la curiosidad por
hacer un “cuadrito”… Hollywood ha dedicado una profusa cinematografía a estos
animales, desde los western hasta historias tiernas de ellos; para nombrar unos
poco títulos: The black Stallion, Spirit,
Black beauty, Seabiscuit, Hidalgo, hasta la más reciente nominada a un
Oscar: Horse of war.
Hoy el asunto
viene a colación a raíz de una linda película titulada Secretariat (estudios Disney 2010 ) : la vida de un caballo
excepcional que hizo historia en los hipódromos de USA, ganando la Triple Corona (1973 Belmont,
Preakness y Kentucky Derby) Desde
su presencia hasta nuestros días, su hazaña no ha sido igualada. Con decirles
qué hasta una estatua tiene en el hipódromo Churchill
Downs donde se efectúa la carrera del Kentucky
Derby.
Para los más
jóvenes, el cuento resumido es el siguiente: Corrían los años setenta. El 5 y 6 y el beisball era el deporte de todos los venezolanos. Las tribunas de La Rinconada se abarrotaban de
aficionados que apostadores exultantes
veían los triunfos de un potro color canela llamado Cañonero II. Su performance en La Rinconada fue tan bueno y era tan imbatible, que sus
propietarios decidieron -salvando un sinfín de contratiempos: papeleo, permisos,
transporte y cuarentena sanitaria- llevarlo a competir al Kentucky Derby. Demás
está decir que todos nosotros estábamos pendientes de si Cañoreno II iba o no iba a la carrera… Finalmente no sólo el protagonista,
sino su propietario Pedro Baptista hijo, : su cuidador Juan Arias y su magistral
jinete Gustavo Avila, se trasladaron a
los Estados Unidos, seguidos de una cohorte de compatriotas fanáticos.
En ese
entonces no hubo transmisión en directo por TV, pero si radiofónica: José Eduardo Mendoza (Miralejos), a través de Radio Continente, retransmitía las vicitudes de la carrea.. Por
supuesto que toda Venezuela estuvo pegada de la radio ese 1ro. de mayo de 1971.
Nuestro Cañonero ganó y con mucho las
dos carreras en las que participó esa temporada: el Preakness skates (hipódromo de Pimlico) y el Kenctucky Derby (con tres cuerpos de ventaja), para luego ser retirado de las pistas y
quedarse por allá en el norte como semental... Ese día hubo algarabía general,
abrazos, lágrimas, brindis y cohetes. Cañonero II
pasó a ser historia: figurar en noticieros de la época, videos, documentales, hasta en nuestra literatura y en su momento recibió llamadas presidenciales. Pero no se queda allí, les paso el dato que ya hay un proyecto en
Hollywood, para hacer una película 3D de la hazaña de Cañonero II...¡Pendientes para revivir toda esa adrenalina!
Caracas,
marzo 2012
Ilustración tomada de la web.